Hoy os dejo una entrada que quiere compartir con todos nosotros Manu (con quien compartimos vuelo a Granada), Aerotrastornado, Piloto de Velero, Piloto Comercial y gran aficionado a la acrobacia, que ahora está por tierras mallorquinas dando instrucción (inmensa suerte que tendrán algunos de poder contar con su sabiduría), cogiendo experiencia, horas de vuelo y sobre todo pasándoselo muy bien probando artefactos como el que hoy nos describe de forma clara y sencilla, sin renunciar a los aspectos técnicos. Un relato que describe a la perfección lo que es volar en un avión como es el Yak-52. Espero que os guste.
Mi estancia en Son Bonet, aeródromo por cuyos hangares he paseado observando las joyas que albergan, junto con las ganas de volver a experimentar el vuelo acrobático con motor me llevaron a ponerme en contacto con Gonzalo O’Kelly, piloto de la Patrulla Jacob 52. La oportunidad de volar un avión tan especial y polivalente como el Yakovlev Yak-52 era algo que sin demora tenía que satisfacer mi sed de potencia soviética y la agilidad de un avión acrobático.
Mi estancia en Son Bonet, aeródromo por cuyos hangares he paseado observando las joyas que albergan, junto con las ganas de volver a experimentar el vuelo acrobático con motor me llevaron a ponerme en contacto con Gonzalo O’Kelly, piloto de la Patrulla Jacob 52. La oportunidad de volar un avión tan especial y polivalente como el Yakovlev Yak-52 era algo que sin demora tenía que satisfacer mi sed de potencia soviética y la agilidad de un avión acrobático.
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La montura desde diferentes ángulos |