Pues bien, de todas las que tengo, hay una a la que tengo especial cariño, es una gorra que compre en junio de 2011 en el Family Day de Airbus y que desde entonces he llevado en todos y cada uno de los vuelos que he hecho desde entonces. Seguro que a poco observador que hayas sido te habrás dado cuenta de que siempre está en las fotos que pongo cuando voy pilotando. No te creas que la siento como un amuleto o algo así (no creo en esas cosas) pero todo tiene su por qué.
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Mi Gorra el día que fué comprada |
Mantener una afición no es fácil. Mantener una afición requiere esfuerzo, persistencia y muchas, muchas ganas. En el caso de la aviación hace falta de todo eso en cantidades ingentes y más.
Ser aviador en activo requiere realizar un esfuerzo económico nada despreciable; menos de lo que la mayoría de la gente piensa pero más que la mayoría de los pasatiempos. Ser aviador en activo también requiere de esfuerzo constante para mantener y mejorar tu pericia a los mandos: el conformismo no está admitido en ningún caso. Se requiere de ganas: perdí la cuenta de los muchos vuelos que he cancelado por meteo, mecánica o motivos varios. Pero sobre todo, persistencia: disfrutar de un vuelo como si fuera el último para estar pensando nada más bajar del avión en el siguiente. Es lo que yo llamo el mono o síndrome de abstinencia aeronáutico que supone aguantar las tremendas ganas de volar desde el mismo instante en que pones el pie en el suelo hasta que tienes la oportunidad de volver a subirte y ponerte a los mandos.
Todos estos pensamientos pasan por mi cabeza observando mi Gorra que ahora está encima de la mesa de mi salón. Hace ya 5 años que me subí al cockpit de una Cessna 172, de matrícula EC-IEO, como alumno piloto y hoy 24 de septiembre de 2015 me he bajado nuevamente como Piloto Privado después de revalidar mi licencia, o mejor dicho mi habilitación SEP (LAND), por segunda vez y unas cuantas horas más en mi logbook.
El camino hasta aquí no ha sido fácil. Ha habido años fructíferos y años que menos. Muchos palomares, muchos acompañantes, muchos viajes, muchas alegrías, algún que otro susto, bastantes aeródromos y aeropuertos y sobre todo muchísimo disfrute y muchísimas risas.
Esta licencia que hoy que tengo en el bolsillo revalidada para los próximos 2 años ha servido para conocer a bastantes personas e incluso poder llamar amigos a algunos. No voy a dar nombres ya que no se trata de discriminar a nadie, sino de dar las gracias. Ellos saben de sobra quiénes son y tú, querido lector, a poco que hayas leído las entradas de este blog podrás deducirlo sin mucho esfuerzo. Que importante es tener a esos aerotrastornados a tu lado para compartir tu afición, contar tus inquietudes o tus dudas, tomar una cerveza de vez en cuando y, sobre todo, compartir un vuelo y hacerlo realidad.
Finalmente, hay personas que a pesar de no compartir tu afición siempre están dispuestas a oír tus batallitas e incluso a interesarse por "tus cosas". Personas que están "hasta el moño del dichoso Cuatro Vientos" pero que esperan pacientemente a que vuelvas para cenar o que están pendientes del Whatsapp y de los mensajes de "En 5 min despego" o "Aterrizados" que sirven para apaciguar cualquier temor. Sin su apoyo mantener esta afición sería imposible.
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Mi desteñida Gorra |
Pero que me quiten lo bailao :-D
Buenos vuelos!
Creo que te entiendo perfectamente.
ResponderEliminarhttps://instagram.com/p/lSx186wp30/?taken-by=peromarti
Me encanta Luis. Jajajaja
EliminarMuy bonita entrada, sí señor.
ResponderEliminarGracias!
EliminarQue has necesitado para renovar tu licencia?
ResponderEliminarUn examen? No has hecho las horas necesarias anuales?
Mera curiosidad
Gracias!
En esta ocasión por diversos motivos he preferido hacerlo con verificador en vez de forma administrativa como ocurrio hace dos años.
EliminarSaludos